Octubre de 1804. Cuatro fragatas españolas cargadas con los caudales para la Corona española navegan hacia las costas de Cádiz procedentes de Montevideo. A la altura del cabo de Santa María, al sur de Portugal, son interceptadas y atacadas por cuatro fragatas inglesas. Ante la negativa de los mandos españoles de acompañarles a ningún puerto que no sea español, y sin dar apenas tiempo para dialogar, se inicia un inesperado ataque y la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes explota violentamente hundiéndose al instante.
Ahora, el Museo Arqueológico Nacional y el Naval nos brindan, de manera conjunta, la posibilidad de disfrutar de un tesoro cultural recuperado en el que, finalmente, la razón primó sobre el expolio.
Desde el 12 de junio hasta el 30 de noviembre de 2014, la exposición “El último viaje de la fragata Mercedes” recupera un patrimonio que 203 años después de su hundimiento, la empresa cazatesoros Odyssey Marine Exploration, localiza y expolia en gran parte, trasladándolo en secreto hasta Florida en el año 2007.
Más de 500.000 monedas de plata y oro, además de algunos objetos, entre ellos restos del buque, del cargamento, pertenencias personales…, son el rico conjunto arqueológico extraído de aquel naufragio hundido a 1.100 metros de profundidad.
Se inicia entonces un largo litigio en el que los tribunales norteamericanos dan la razón al estado Español reconociendo sus derechos sobre dichos bienes y ordenando su inmediata devolución a España.
Por esta razón, el objetivo principal de esta muestra, además de dar a conocer el contexto histórico de la época y las circunstancias del hundimiento del buque de la Armada en 1804, es destacar la importancia de la protección del patrimonio subacuático.
Esta exposición, que cuenta con el patrocinio de la UNESCO, narra, por tanto la historia de un tesoro cultural cuyo valor trasciende con mucho el peso de la plata o el oro que contiene. Presenta un relato sobre una época concreta de la historia de España, la historia de las relaciones internacionales a principios del siglo XIX, la historia de una fragata en misión de Estado, las múltiples historias de sus tripulantes, de su cargamento, de sus enseres…
Pero también, y de manera especial, encierra la historia de un expolio de un yacimiento subacuático por parte de una empresa de cazatesoros cuyo objetivo era comerciar con un patrimonio que forma parte de nuestro pasado histórico.
Dos sedes, el Arqueológico y el Naval, para mostrar dos caras de la misma moneda, dos formas de abordar el mismo suceso profundizando en cada caso en los aspectos que más dominan.
Más de dos centenares de piezas procedentes de una treintena de instituciones españolas, extranjeras y colecciones particulares, vistas desde una perspectiva histórica y arqueológica, que se complementa con la óptica militar, naval y reconstructiva.
Documentos clave para la resolución del caso judicial, piezas originales de los siglos XVIII y XIX, testimonios de supervivientes y restos arqueológicos procedentes de la fragata, además de recursos audiovisuales, escenografías, reconstrucciones y modelos a escala que permiten al visitante conocer la historia a través de un viaje al pasado y vivir la experiencia de navegar y combatir en una fragata española de los albores del siglo XIX.
Se trata, en definitiva, de una historia contada con muchas historias dentro.