San Simón & Duch ha tenido la ocasión de defender los intereses de un armador cuyo buque había sido detenido por la Capitanía de Algeciras debido a la medición – al parecer de las primeras – realizada por un dron a sus emisiones que reflejaba que las misma ssuperaban el límite de las emisiones de óxidos de azufre establecidos por MARPOL.
La iniciativa del uso de los drones en el Estrecho de Gibraltar ha partido del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), en colaboración con la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) y la Dirección General de la Marina Mercante, que realizaron un proyecto piloto en el Estrecho de Gibraltar para contrastar la utilidad y eficacia del uso de drones en el control de las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera desde los buques.
Nuestra experiencia, tras la tramitación y finalización del Expediente Sancionador que se incoó al armador, nos indica que el control de las emisiones realizado por el dron no ha resultado muy eficaz , al no ser aun muy fiable, ya que las mediciones del aparato tienen unas desviaciones estándar que parecen poco precisas, siendo que el margen entre el límite superior y el límite inferior hacen que pueda depender, nada menos, que el buque pueda ser sancionado o no. En nuestro caso, al contrastar sus resultados con los realizados en un laboratorio especializado al gasóleo extraído, se demostró que el mismo era el legalmente permitido por lo que se ha procedido al archivo del procedimiento al no tener objeto la continuación del mismo.