Disponer de un marco para abordar con eficacia y de forma global los desafíos de seguridad marítima de los veintiocho es la premisa central del documento aprobado en Luxemburgo el 24 de junio por los gobiernos de la UE.
Y es que hay que tener en cuenta que el 90% del comercio exterior de la UE y el 40% de su comercio interior se efectúan por vía marítima.
Ya en diciembre 2013, durante la Cumbre sobre Política Europea de Seguridad y Defensa se puso de manifiesto la necesidad de contar con una estrategia de seguridad marítima como forma de prevenir conflictos, proteger las infraestructuras críticas, así como el comercio y su cadena, tener un control efectivo de las fronteras y prevenir la pesca ilegal.
Posteriormente, en marzo 2014, se presentaba al Consejo una comunicación conjunta por parte de la Comisión Europea y la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
El objetivo del texto aprobado es, por tanto, asegurar los intereses de seguridad marítima de la UE frente a los riesgos y amenazas como la delincuencia organizada y transfronteriza, las amenazas a la libre navegación, la proliferación de armas de destrucción masiva o los riesgos de contaminación medioambiental.
La estrategia, que pretende contar no solo con la participación del sector sino también con todos los actores relevantes, abarca de manera integral los aspectos internos y externos de la seguridad marítima de Europa. Además, será de aplicación en las aguas de la UE y en los buques que navegan con pabellón de cualquier Estado miembro.
La comisaria de Pesca, Maria Damanaki, señala que el desarrollo de la economía marítima y la seguridad van «mano a mano» porque «ningún empresario invertirá en una actividad marítima si las instalaciones en alta mar no son seguras o las rutas comerciales no están aseguras»
Por todo ello, el documento apunta la necesidad de reforzar la cooperación entre autoridades civiles y militares, al tiempo que toma en consideración todos los protagonistas de la actividad marítima: autoridades de control fronterizo y ambiental, aduanas, de inspección de pesca o responsables de la administración marítima, entre otros.
De acuerdo con los valores y principios fundamentales de la UE, incluido el respeto del derecho internacional y, en particular, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, la estrategia se centra en cinco áreas:
-intensificación de la acción exterior para un uso más eficaz de todos los instrumentos a disposición de la UE, incluido el diálogo político y la ayuda al desarrollo para apoyar la creación de capacidades
-marco de intercambio de información
-desarrollo de capacidades marítimas y fortalecimiento de otras
-gestión de riesgos, protección de infraestructuras marítimas críticas y respuesta a crisis
-investigación sobre seguridad marítima e innovación
Para finales de 2014, los Estados miembro se han comprometido a elaborar un plan de acción para aplicar la estrategia. Y es que, entre otras cosas, los 28 tendrán que identificar «zonas estratégicas» donde se implementar la estrategia «global» como, por ejemplo, el Mediterráneo, el Golfo de Guinea u otras zonas que se consideren de «interés estratégico» para la UE.
En el caso de España, conscientes de las implicaciones que la seguridad del mar tiene para el equilibrio económico y social de nuestro país, el Consejo de Seguridad Nacional aprobó la Estrategia de Seguridad Marítima Nacional, en su reunión del pasado 5 de octubre 2013.