Unir Europa con Asia y el Pacífico con el Atlántico concentrando rutas y mercancía en grandes buques portacontenedores y, por tanto, con menor coste, era el objetivo de la denominada Alianza P3 entre las grandes navieras Maersk, MSC y CMA-CGM.
Tras un año de gestación, este acuerdo estratégico en el que se ponían en común 255 buques con capacidad para 2,6 millones de contenedores en 27 servicios, ya contaba con el visto bueno de EEUU y también había pasado por el tamiz de las instituciones europeas.
Sin embargo, el mensaje de que la Alianza P3 “está asentada sobre unos pilares que respetan el sector, la competencia y las normas reguladoras” no ha resistido las presiones de las aguas del Pacífico.
China, de manera inesperada, según manifiesta el propio sector, ha rechazado la alianza por suponer una amenaza para la competencia en su comercio puesto que “no ha quedado demostrado que el acuerdo ofrezca a China más beneficios que perjuicios o que las empresas vayan a obtener consecuencias positivas para sus intereses”.
Ante esta decisión del ministerio de Comercio chino, los socios de la P3 decidían paralizar los trabajos preparatorios.
En nuestro país, la consecuencia más directa de esta decisión la va a sufrir el Puerto de Algeciras, con gran peso en el proyecto en la medida que estaba llamado a convertirse en puerto hub del Mediterráneo Occidental.
Se estaba trabajando tanto en el muelle de Isla Verde como en el Juan Carlos I para dar servicio a esta alianza, y convertir así a Algeciras en un macropuerto experto en manipulación de contenedores.
Estaba previsto que por este puerto español pasarán cuatro de las rutas más importantes de la P3: la Condor, un trazado entre el norte de Europa y Oriente; la Transatrlantic 6, que vincula España e Italia con México y Estados Unidos; Transpacific 13, con recorrido desde Taiwán hasta Estados Unidos; y, finalmente, la ruta Albatros, trayecto de Asia a Europa para los buques de 19.000 teus.
Como contrapunto, el pasado año 2013, el Puerto cumplió sus mejores previsiones sin que la alianza hubiera entrado en servicio.
Así, el Tráfico Total superó por primera vez los 90 millones de toneladas (+2.5%), un volumen auspiciado por el buen comportamiento final de los Graneles Líquidos, superiores a los 24 millones de toneladas (+5.7%) y la Mercancía General, que sumó 60.1 millones de toneladas (+2.6%).